miércoles, 16 de septiembre de 2015

Preguntas geniales (introducción a la ética)


Andando por la calle a altas horas de la noche le di (a posta) una patada a una especie de lata (la luz no era muy buena, porque las farolas, como todo el mundo sabe, apuntan hacia arriba para que se vean bien desde los aviones y desde otros planetas), y, de repente, salió de su interior una cosa y, aunque nunca había visto nada parecido, comprendí que sólo podía ser un genio. Me quedé alucinado: la bebida no suele producirme un efecto tan realista, y, por si fuera poco, hace mucho que no bebo. Pero no me dio tiempo de darle muchas vueltas, porque el genio, después del tradicional bostezo y el sacudirse de las telarañas, me dijo (con voz de genio, claro):
-¡Eh! ¡Tú! ¿has sido tú el que me acaba de despertar?
-Me temo que sí.., per… perdona –dije con un pelín de acojone.
-Entonces, ya sabes…
-¿Qué sé? –le pregunté, cuando vi que no seguía su misteriosa frase.
-¿No sabes quién soy? ¡Soy el Tres veces gran genio de las tres grandes preguntas!
-Encantado –quise hacerme el simpático.
-Pues eso, chaval. Tienes derecho a formularme tus tres grandes preguntas, y yo te las contestaré sin mentirte ni un poquito.
Cuando a uno le pasa algo así no debe fiarse de que todo sea legal y el asunto no tenga letra pequeña, así que le pregunté:
-Y ¿qué truco tiene esto?
-¿Qué truco? –dijo, poniéndose algo impaciente-. Bueno, una pequeña cláusula. Si las preguntas que me hagas no son, de verdad de verdad de verdad, tus tres más grandes preguntas… se te caerá la nariz la primera noche de luna llena, hagas lo que hagas. Para volvértela a pegar tendrás que encontrarte con el tres veces pequeño genio de los tres pequeños remedios caseros, que es mi primo.
“Creo que no voy a hacerle ninguna pregunta”, pensé, agarrándome la narpia. Pero el muy capullo me oyó pensar (era un genio, no hay que olvidar ese detalle) y dijo, a carcajada limpia:
-No, hijo, no. Uno no despierta al tres veces… patatín patatán… para nada. Si no me haces las tres grandes preguntas se te caerá la nariz la primera noche de luna nueva, hagas lo que hagas. Así que date prisa y hazme ya esas tres grandes preguntas.

¿Cuáles creéis que tengo en mente de momento? ¿Cuáles harías tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario