miércoles, 7 de enero de 2015

Algunos dilemas morales a propósito de los Reyes Magos

Hace unos días vinieron los reyes magos.

Seguramente esta tradición tiene varios aspectos bellos y buenos: todos seríamos capaces de mencionar alguno, ¿no? Otros aspectos son, tal vez, más cuestionables: ¿es aceptable mentir a los niños para alimentarles una ilusión?, ¿es un buen modelo el de unos reyes, todos varones (por qué no unos pastores o pastoras)? Os propongo que pensemos y dialoguemos en concreto de los siguientes dilemas o problemas:


I

Según se les cuenta a los niños, los reyes magos aceptan sugerencias por carta, pero los regalos tienen que ver con tus méritos o deméritos: si has sido malo, no te traerán lo que deseas, e incluso te dejarán “carbón” en el zapato. Ahora bien, esto plantea varias dificultades éticas:

En primer lugar, ¿puede hablarse propiamente de “regalos”, si están unidos a méritos o deméritos? ¿No serán más bien recompensas y castigos? (¿es un regalo una recompensa?), ¿no están así (los padres) intentando comprar a sus hijos (“si te portas bien, te traerán muchas cosas”) y, por tanto, pagándoles luego lo que les deben? Imagina estas dos situaciones:

  1. tus padres te habían prometido que, si aprobabas esa materia que se te atragantaba, te regalarían algo que deseas. Tú consigues aprobarla, y un buen día tu madre o padre se presenta en casa con el “regalo”.
  2. un buen día tu madre o tu padre se presentan en casa con un “regalo” para ti. Tú no ves un motivo especial para que ese día te regalen nada, pero ella o él te explican que, simplemente, se acordaron de ti y les apeteció regalarte algo, solo “por ser tú”.


¿Cuál de ambas situaciones te parece más propiamente un regalo? ¿Por qué?

(Imagina ahora que, en la opción b, se lo traen a tu hermano o hermana, pero no a ti: quizá a ti te lo traigan otro día… ¿Qué te parecería?)


II

Imaginemos ahora a dos niños, el día 6 de enero, en el parque, sacando a lucir sus recién desenvueltos regalos. Uno de ellos, Pedro, se ha portado básicamente “bien” este año, o, al menos, nadie le ha dicho lo contrario. Sin embargo, ha recibido un regalo modesto, y no el que él deseaba (sus padres están ambos en paro, y no han podido conseguir nada “mejor”). En cambio, Alfonso, que juega a su lado, recibe un montón de regalos bastante espectaculares (sus padres pueden y quieren permitirse”lo”), pese a que no se puede decir que haya sido mejor chico que Pedro, sino en todo caso al contrario. ¿Cómo puede entender Pedro esta situación: es justo que se le de a entender, con ella, que sus méritos han sido menores que los de Alfonso? (¿Es preferible que Alfonso no juegue cerca de Pedro, para no “darle envidia”?)



III

Por último, piensa a fondo lo siguiente: ¿se puede decir que hay niños malos, o, al menos, que se portan mal, que no quieren aprender ni respetar a los demás? ¿Hay alguna otra manera de explicar por qué unos niños hacen cosas “mejores” o “peores” que otros?

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