Madriguero.- Gracias, Espe, por acompañarme de paseo, sé que tenías cosas que hacer.
Espelunca.- Hay que cuidar las amistades ¿no? Además, me daba mucho muermo quedarme en casa hoy…
Madriguero.- ¿Quieres que vayamos a las cuevas de pinturas?
Espe.- Vale. Y luego he quedado para cenar con Dolores y Cova. ¿Te vienes?
Madriguero.- Bue… bueno, ya veré, sí, puede que sí… Oye ¿Qué pasa ahí?
Espe.- ¿Dónde?
Madriguero.- Ahí, en ese árbol, ¿no ves a esos niños? ¡Vamos a ver! Oye ¿qué hacéis?
Caverniño 1.- Este pájaro, que se ha caído del árbol.
Caverniño 2.- ¡Tiene rota una pata!
Caverniño 3.- ¡Este quiere matarlo!
Madriguero.- ¿Qué dices? ¡Ni se te ocurra!
Caverniño 1.- ¿Por qué?
Madriguero.- ¡Es un ser vivo! Tenemos que curarle la patita y devolverlo al nido, o criarlo nosotros.
Caverniña.- ¿Se puede curar la patita?
Madriguero.- ¡Claro! Mi tío es caverterinario. Traedlo, vamos a ver.
Caverniño 3.- ¡Yo sé dónde vive! ¿Nos dejas que se lo llevemos nosotros?
Madriguero.- Vale… pero tratadlo bien ¿eh? ¡Que no me entere que le ha pasado nada! [los niños se van con el pajarillo]
Espe.- A ver, Madriguero, ¿por qué haces esto?
Madriguero.- ¿Cuidar al pajarillo? ¿Cómo no voy a hacerlo?
Espe.- ¿Crees que es malo para un pájaro que se le rompa una pata?
Madriguero.- Ya veo por dónde vas… ¿Que si es bueno, dices? Es natural, tan natural como si no se la rompe ¿no?
Espe.- Todo lo que pasa es natural, claro, pero para el pájaro es malo, creo yo, porque sin la pata es difícil que siga siendo un pájaro. No digamos si le falta la cabeza… ¿Crees que el cáncer no es ni bueno ni malo? ¿No es malo que un niño nazca sin brazos, o con retrasos mentales?
Madriguero.- Hombre, suena fuerte. Pero es porque todos los seres vivos quieren vivir.
Espe.- Pues muy bien. O sea, que todos creen que es bueno vivir. Y resulta que también quieren ser felices, y no sufrir dolor, y así con todo. ¿Cómo llamarías a alguien que, sin ningún motivo aparente, se hace daño? ¿No diríamos que es un pobre loco?
Madriguero.- ¿Un masoca? ¿Por qué va a ser un loco, porque no le gusta lo que a mí?
Espe.- No, no me refiero a un masoquista, porque un masoquista sólo se hace daño porque así consigue placer. Yo digo alguien que lo hiciese sin sacar ni siquiera placer.
Madriguero.- Alguien así no existe.
Espe.- Claro, porque todos creen que el placer es bueno y el daño, por sí mismo, es malo.
Madriguero.- ¿No será que llamamos loco al que no tiene nuestros gustos?
Espe.- Creo que no, aunque a veces sí que hacemos eso. Pero si creyésemos loco a todo el que tiene ideas diferentes, nadie aprendería de otro.
Madriguero.- Vale, Espe, pero no me digas que se puede dar una demostración de que algo es bueno, como sí se puede dar en matemáticas.
Espe.- ¿Sabes que me encanta la cavernisofía?
Madriguero.- Sí, a mí también, aunque los cavernísofos que conozco no piensan como tú.
Espe.- Vale, pero otros sí, aunque sean minoría. Escucha esto: ¿puedes demostrarme matemáticamente que estás despierto, y no soñando? Y no me digas eso de que te pellizcas… Dime cómo sabes que lo que ves en esta cueva es real.
Madriguero.- Ya lo he pensado otras veces, no te creas. Creo que no te lo puedo demostrar.
Espe.- Pero tampoco hace falta, creo yo, porque no tenemos más remedio que pensar que lo que nos parece cierto, es verdad. Igual, creo yo, pasa con lo bueno, que todos creemos que existir es bueno, y existir más y ser más consciente de que existes, mejor todavía. Pero mira cómo creo yo que se podría razonar. ¿No dicen que los cavernícolas somos animales racionales? Entonces, si no nos comportamos como racionales, no somos personas ¿no?
Madriguero.- Puede ser.
Espe.- Y si yo trato a dos seres iguales de forma diferente, me comporto como un ser irracional.
Madriguero.- Pues entonces todos somos irracionales, porque todos tratamos de forma desigual.
Espe.- ¿Tú crees? Yo creo que no es así. Para empezar, a todos nos parece mal que se trate a uno de una forma y a otro de otra. Lo que pasa es que, como dijo Rama (el amigo de Cova) el otro día, hacer las mismas cosas a dos seres diferentes no sería tratarlos igual. Por ejemplo, si le das la misma cantidad de comida a dos personas que necesitan diferente cantidad de comida, no los estás tratando igual ¿me entiendes?
Madriguero.- Pero, Espe, ¿por qué, entonces, unos valoran unas cosas y otros, otras? Por ejemplo, los indios hacían sacrificios humanos a los dioses, y a nosotros eso nos parece monstruoso…
Espe.- Pero la diferencia entre los indios y nosotros no es en lo que creen bueno, sino en que ellos creían en dioses que se alimentan de sangre, y nosotros no. No decidieron sacrificar personas al tuntún ¿no crees?
Madriguero.- No sé, es muy difícil todo esto. La verdad es que oyendo lo que dices tengo menos claro lo que pensaba antes.
Espe.- Yo tampoco lo tengo claro, no creas. Lo que sí sé, Madriguero, es que si tienes razón, no podemos decir que hemos avanzado. ¿Sabes cómo trataban antes nuestros tatarabuelos a nuestras tatarabuelas? ¿Crees que hemos avanzado en cavernisofía?
Madriguero.- Sí, claro.
Espe.- Entonces es que vamos hacia algo mejor, a algún sitio, ¿no?
Madriguero.- ¿A qué sitio?
Espe.- A cenar, que ya es hora, venga. ¿Vienes o qué?
Madriguero.- Si no estorbo…
Espe.- No, tonto, ven. Así tenemos alguien a quien criticar…
Madriguero.- ¡Qué graciosa!
Espelunca.- Hay que cuidar las amistades ¿no? Además, me daba mucho muermo quedarme en casa hoy…
Madriguero.- ¿Quieres que vayamos a las cuevas de pinturas?
Espe.- Vale. Y luego he quedado para cenar con Dolores y Cova. ¿Te vienes?
Madriguero.- Bue… bueno, ya veré, sí, puede que sí… Oye ¿Qué pasa ahí?
Espe.- ¿Dónde?
Madriguero.- Ahí, en ese árbol, ¿no ves a esos niños? ¡Vamos a ver! Oye ¿qué hacéis?
Caverniño 1.- Este pájaro, que se ha caído del árbol.
Caverniño 2.- ¡Tiene rota una pata!
Caverniño 3.- ¡Este quiere matarlo!
Madriguero.- ¿Qué dices? ¡Ni se te ocurra!
Caverniño 1.- ¿Por qué?
Madriguero.- ¡Es un ser vivo! Tenemos que curarle la patita y devolverlo al nido, o criarlo nosotros.
Caverniña.- ¿Se puede curar la patita?
Madriguero.- ¡Claro! Mi tío es caverterinario. Traedlo, vamos a ver.
Caverniño 3.- ¡Yo sé dónde vive! ¿Nos dejas que se lo llevemos nosotros?
Madriguero.- Vale… pero tratadlo bien ¿eh? ¡Que no me entere que le ha pasado nada! [los niños se van con el pajarillo]
Espe.- A ver, Madriguero, ¿por qué haces esto?
Madriguero.- ¿Cuidar al pajarillo? ¿Cómo no voy a hacerlo?
Espe.- ¿Crees que es malo para un pájaro que se le rompa una pata?
Madriguero.- Ya veo por dónde vas… ¿Que si es bueno, dices? Es natural, tan natural como si no se la rompe ¿no?
Espe.- Todo lo que pasa es natural, claro, pero para el pájaro es malo, creo yo, porque sin la pata es difícil que siga siendo un pájaro. No digamos si le falta la cabeza… ¿Crees que el cáncer no es ni bueno ni malo? ¿No es malo que un niño nazca sin brazos, o con retrasos mentales?
Madriguero.- Hombre, suena fuerte. Pero es porque todos los seres vivos quieren vivir.
Espe.- Pues muy bien. O sea, que todos creen que es bueno vivir. Y resulta que también quieren ser felices, y no sufrir dolor, y así con todo. ¿Cómo llamarías a alguien que, sin ningún motivo aparente, se hace daño? ¿No diríamos que es un pobre loco?
Madriguero.- ¿Un masoca? ¿Por qué va a ser un loco, porque no le gusta lo que a mí?
Espe.- No, no me refiero a un masoquista, porque un masoquista sólo se hace daño porque así consigue placer. Yo digo alguien que lo hiciese sin sacar ni siquiera placer.
Madriguero.- Alguien así no existe.
Espe.- Claro, porque todos creen que el placer es bueno y el daño, por sí mismo, es malo.
Madriguero.- ¿No será que llamamos loco al que no tiene nuestros gustos?
Espe.- Creo que no, aunque a veces sí que hacemos eso. Pero si creyésemos loco a todo el que tiene ideas diferentes, nadie aprendería de otro.
Madriguero.- Vale, Espe, pero no me digas que se puede dar una demostración de que algo es bueno, como sí se puede dar en matemáticas.
Espe.- ¿Sabes que me encanta la cavernisofía?
Madriguero.- Sí, a mí también, aunque los cavernísofos que conozco no piensan como tú.
Espe.- Vale, pero otros sí, aunque sean minoría. Escucha esto: ¿puedes demostrarme matemáticamente que estás despierto, y no soñando? Y no me digas eso de que te pellizcas… Dime cómo sabes que lo que ves en esta cueva es real.
Madriguero.- Ya lo he pensado otras veces, no te creas. Creo que no te lo puedo demostrar.
Espe.- Pero tampoco hace falta, creo yo, porque no tenemos más remedio que pensar que lo que nos parece cierto, es verdad. Igual, creo yo, pasa con lo bueno, que todos creemos que existir es bueno, y existir más y ser más consciente de que existes, mejor todavía. Pero mira cómo creo yo que se podría razonar. ¿No dicen que los cavernícolas somos animales racionales? Entonces, si no nos comportamos como racionales, no somos personas ¿no?
Madriguero.- Puede ser.
Espe.- Y si yo trato a dos seres iguales de forma diferente, me comporto como un ser irracional.
Madriguero.- Pues entonces todos somos irracionales, porque todos tratamos de forma desigual.
Espe.- ¿Tú crees? Yo creo que no es así. Para empezar, a todos nos parece mal que se trate a uno de una forma y a otro de otra. Lo que pasa es que, como dijo Rama (el amigo de Cova) el otro día, hacer las mismas cosas a dos seres diferentes no sería tratarlos igual. Por ejemplo, si le das la misma cantidad de comida a dos personas que necesitan diferente cantidad de comida, no los estás tratando igual ¿me entiendes?
Madriguero.- Pero, Espe, ¿por qué, entonces, unos valoran unas cosas y otros, otras? Por ejemplo, los indios hacían sacrificios humanos a los dioses, y a nosotros eso nos parece monstruoso…
Espe.- Pero la diferencia entre los indios y nosotros no es en lo que creen bueno, sino en que ellos creían en dioses que se alimentan de sangre, y nosotros no. No decidieron sacrificar personas al tuntún ¿no crees?
Madriguero.- No sé, es muy difícil todo esto. La verdad es que oyendo lo que dices tengo menos claro lo que pensaba antes.
Espe.- Yo tampoco lo tengo claro, no creas. Lo que sí sé, Madriguero, es que si tienes razón, no podemos decir que hemos avanzado. ¿Sabes cómo trataban antes nuestros tatarabuelos a nuestras tatarabuelas? ¿Crees que hemos avanzado en cavernisofía?
Madriguero.- Sí, claro.
Espe.- Entonces es que vamos hacia algo mejor, a algún sitio, ¿no?
Madriguero.- ¿A qué sitio?
Espe.- A cenar, que ya es hora, venga. ¿Vienes o qué?
Madriguero.- Si no estorbo…
Espe.- No, tonto, ven. Así tenemos alguien a quien criticar…
Madriguero.- ¡Qué graciosa!
¿Crees que hay avances en moral? ¿Por qué los consideramos avances?
Bueno es difícil de decir, esto es muy subjetivo y depende de la cultura, p. ej., para nosotros es un avance el que cada vez tratemos más a las mujeres como iguales a los hombres, pero, hay otras culturas que nos ven y creen que nos equivocamos, al igual que nosotros los miramos a ellos y pensamos que ellos son los que se equivocan. Moralmente pienso que las mujeres son personas como los hombres y por eso deben tener los mismos derechos que los hombres. En definitiva lo que ocurre es que los verdaderos avances se van sacando a la luz porque la sociedad los va aceptando poco a poco.
ResponderEliminarLos consideramos avances porque es mejorar la situación que teniamos anteriormente
Santiago, lo que necesitamos es una prueba lógica o racional (no simplemente un sentimiento) de que mujeres y hombres son iguales en todo aquello en que es la base de los derechos fundamentales. En tus compañeras puedes comprobar que, paara todo aquello que a ti te proporciona derechos de persona, ellas son al menos tan aptas como tú, ¿no?
ResponderEliminarSi otras culturas no comparten eso, será por diferentes factores. Por ejemplo, en una sociedad donde lo que se valore sea la fuerza física, es posible que las mujeres no sean tan aptas. Pero es que ahí son menos humanos, ¿no crees?
Saludos
Sí, tienes razón. Lo que yo quería decir es que creo que los avances morales que consideramos avances, son, en realidad, la aceptación de los que ya existían pero la sociedad no aceptaba por lo que fuese.
ResponderEliminar