jueves, 7 de octubre de 2010

No tan diferentes

Madriguero.- ¡Hola, Espe! ¡Qué alegría verte!
Espe.- Lo mismo digo, Madriguero.
M.- Oye, tía, desde el otro día no dejo de darle vueltas..: estabas de coña ¿verdad? ¿Tú crees, por ejemplo, que ser homosexual es malo, por naturaleza?
Espe.- No.
M.- ¿Entonces por qué dijiste que las cosas son buenas o malas por naturaleza?
Espe.- Porque lo creo, al menos en estos últimos meses. Mañana, no sé. No creo que la homosexualidad sea mala, pero sí creo que es objetivamente mala, por ejemplo, la violencia (quiero decir, la violencia sin justificación, sin que lo hagas para evitar un daño mayor).
M.- Pero, tía, tú que eres inteligente, ¿me puedes decir quién crees que dice lo que es bueno? ¿El Papa, tu papá, la sociedad…?
Espe.- Ninguno de esos.
M.- ¿No es verdad que cada uno cree bueno lo que le da la gana?
Espe.- Nada de eso. ¿Por qué iba a ser bueno lo que te da la gana? Hay mucha gente que cree que lo que te apetece puede ser malo, sobre todo si supone hacer daño a otras cosas y personas.
M.- ¿Quién dice entonces lo que es bueno?
Espe.- Nuestro conocimiento, creo yo. Aunque nos podemos equivocar, claro, como en todo… Pero para mí no es lo mismo hacer lo que me apetece que hacer lo que quiero. Para esto último tengo que tener buenas razones.
M.- ¿De verdad te crees que se puede demostrar con razones lo que es bueno, como en los números?
Espe.- Sí, aunque sea muy difícil. Y me sorprende que tú, Madriguero, que siempre andas pidiendo razones a los demás, creas de verdad que sobre lo bueno y lo malo no se puede razonar.
M.- ¿Entonces, por qué hay tanto desacuerdo en este asunto, y cada cultura tiene sus propios valores?
Espe.- Mira, ¿por qué no se lo preguntas al amigo extranjero de Cova, que viene por ahí? ¡Hola, Cova!
Covadonga.- Hola. ¿Conocéis a Ramachacarandrán, mi amigo de cavernistán, que está aquí por unos días, de visita?
M.- No, hola, Rama…
Covadonga.- Podéis llamarle Rama, sí, no le importa.
Espe.- Oye, Cova, estábamos hablando Madriguero y yo precisamente de otras culturas y todo eso. Rama ¿te parece bien que te preguntemos algunas cosas?
Rama.- Me parece muy bien, así aprenderé cosas de vosotros.
M.- ¿Tú tienes creencias religiosas?
Rama.- Soy budista.
M.- ¿Verdad que te lo trasmitieron tus padres?
Rama.- Sí, bueno…
M.- O sea ¿crees porque te lo dicen tus padres?
Rama.- No, no he dicho tal cosa. Lo creo porque me parece bien, y si algo no me parece bien, no lo creo. Buda decía que tienes que hacer caso a tu propio pensamiento.
M.- Y ¿qué es bueno y malo, según tu Buda?
Rama.- Bueno, pues es malo el odio, el egoísmo, la violencia, la ignorancia… Y es bueno el amor y respeto a todos los seres, y tratar a cada uno de forma que llegue a ser lo más feliz y perfecto posible. Como para ti ¿no?
M.- Bueno, todos nos parecemos en algo… Y ¿qué normas tenéis diferentes a las nuestras?
Rama.- Pues mira, en mi país mucha gente, mi familia también, somos vegetarianos.
M.- ¿Por qué?
Rama.- Porque creemos que los animales son nuestras almas hermanas, y que las almas de todos pueden tomar cuerpos de otras especies. Y, claro, no está bien comerse a nuestros hermanos, porque causar dolor es malo. Quien causa daño a un animal, dice mi madre, hará daño a otras personas, y hasta se hace daño a sí mismo. Creo que en esto podríais aprender algo de nosotros.
M.- Sí, puede ser. Pero yo he visto que en vuestro país, perdóname que te lo diga, hay grandes diferencias de poder, y todo eso. Así que no creéis que todas las personas somos iguales.
Rama.- Sí que lo creemos. Las diferencias de poder se deben, como entre vosotros, a las funciones que cumplimos cada uno. No porque respetes la autoridad de tus padres o tus jefes en el trabajo, eres inferior a ellos. Eso sí, en mi país, como en todos (o quizás más), hay gente que, por egoísmo, abusa de su poder y crea grandes diferencias e injusticias. En esto tenemos que aprender nosotros de vosotros. Y en otras muchas cosas. Otra diferencia es que mi creencia es totalmente pacifista, está mal hacer el daño a nadie, por nada. Aunque, como en todo, hay mucha gente que no lo cumple, porque es difícil, es un ideal…
M.- Pero hay otras costumbres, incluso en tu propio país, que valoran la guerra como algo bueno.
Rama.- ¿¡Qué dices!? Eso no lo cree nadie, más que un pobre enfermo mental. A nadie que le digas “amigo, si vas a conseguir lo mismo haciendo daño que sin hacerlo ¿qué prefieres?”, nadie responderá que prefiere hacer daño. Todo el mundo prefiere la paz a la guerra, la amistad al odio, el conocimiento a la ignorancia… lo que pasa, creo yo, es que a veces tienen que sacrificar la paz por un bien mayor. Y también viven en situaciones muy diferentes a las nuestras, y se ven obligados a hacer cosas que parecen terribles. Por ejemplo, en algunas culturas, de gentes que viven en la selva, matan al segundo niño. Pero eso no quiere decir que no quieran a los hijos. Lo que pasa es que no podrían sobrevivir si llevasen más de uno a cuestas.
Cova.- ¿No te lo dije, Espe? Es todo un cavernísofo mi amigo Ramachacarandrán, ya te lo decía.
Espe.- Estoy alucinada de oírle hablar. ¿Quién te ha enseñado todo eso, Rama?
Rama.- En parte, mis conocidos, mis padres y demás; en parte, yo mismo.
Espe.- ¿Ves, Madriguero, como no hay tantas diferencias entre las personas como nos gusta decir?
Covadonga.- Bueno, chicos, si queréis nos vemos esta tarde. Ramachacarandrán va a hacer en mi casa unas comidas típicas de su país que están de muerte. Estáis invitados. ¡Hasta luego!
Rama.- Hasta pronto, que estéis en paz. [se van]
Madriguero.- Bueno, Espe, tienes un tanto a tu favor. Pero todavía no me has explicado cómo puedes razonar del bien y el mal como razonas de matemáticas o biología. Pero así quedamos otro día, mejor para mí. Oye… ¿te puedo preguntar algo?
Espe.- ¡Claro!
M.- ¿Tienes novio… o novia?
Espe.- Todavía no lo tengo claro, ¿por qué?
M.- No, por nada, por nada. Muchas veces se me ocurre que una tía tan… guay, tiene que tener pretendientes (o pretendientas) a patadas…

¿Qué opinas respecto de esta discusión?
¿Crees que hay diferencias muy importantes entre las diferentes culturas? ¿Cuáles?
¿Crees que siempre será imposible que se pongan de acuerdo en los valores más esenciales? ¿En cuáles?

4 comentarios:

  1. Yo creo que entre las diferentes culturas hay diferencias muy grandes.
    En nuestra cultura casi todas las personas son omnívoras (comemos tanto carne como vegetales), esto en otras culturas lo ven como si en la nuestra asesinaran a algún familiar muy directo. Nosotros vemos muy mal que maten a algún familiar y ellos ven muy mal que matemos a animales para comérnolos.
    En otras como decía Rama matan a su segundo hijo para sobrevivir, y ellos no lo ven mal porque si lo tuvieran no podrían sobrevivir.
    Pero también hay cosas en las que coinciden diferentes culturas, la paz a la guerra, la amistad al odio, el conocimiento a la ignorancia…

    Creo que es muy difícil que las diferentes culturas se pongan deacuerdo.

    Pienso que este es uno de los temas más subjetivos que existen.

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  2. Francisco Javier, tienes razón, parece que las diferencias son a veces muy grandes (aunque nos fijamos más en ellas que en los parecidos, que son más numerosos, creo yo ¿no?). Pero ¿no se explicarán la mayoría de esas diferencias por las circunstancias en que se encuentran unos y otros, o por simple ignorancia del valor de las cosas? ¿O es quelas cosas no tienen un valor por sí mismas, independientemente delo que pensemos nosotros?

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  3. Es una discusión muy interesante ya que permite darnos cuenta de que en otras culturas no son tan diferentes de nosotros.
    Sobre las diferencias entre culturas, creo que sí hay diferencias importantes como; el favoritismo a tener hijos a hijas, la infravalorción de la mujer en derechos...
    Yo creo que no principalmente porque ya están de acuerdo en los valores fundamentales. Cómo va a haver alguien que prefiera la muerte a la vida (básicamente porque si lo existiera se suicidaría, ¿no?) o que prefiera la guerra a la paz; lo que ocurre en realidad es que puede ser que los medios para conseguir lo que quieren sean diferentes a los que usaríamos nosotros.

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  4. Santiago, creo que tienes razón: si nos fijásemos en la situación en que se encuentra cada uno, comprenderíamos por qué hace lo que hace sin atribuirle ideas "descabelladas" o muy diferentes a las nuestras sobre lo que es bueno o malo.
    Saludos

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